El desguace del Estado no tiene fin. Ahora, el Gobierno decidió disolver Vialidad Nacional: sus funciones pasarán al Ministerio de Economía y la Gendarmería. Con esta medida, peligran miles de puestos de trabajo y quedarán 118 rutas nacionales a la deriva y 40 mil kilómetros de caminos sin mantenimiento.
“Milei cerró Vialidad Nacional, el organismo que construyó, mantuvo y planificó las rutas del país durante más de 90 años. El que permitió que los pueblos se conecten, que las economías regionales produzcan, exporten y crezcan”, expresó Gustavo Arrieta.
De ahora en más, los bienes de infraestructura y el patrimonio de todos los argentinos, como edificios, maquinarias que valen cientos de millones de pesos, pasan a ser liquidados por el organismo de bienes AABE.
Arrieta agregó: “¿Quién se va a hacer cargo? ¿Las provincias sin presupuesto? ¿Las empresas privadas? ¿Las PPP como las que intentó Macri y fracasaron sin hacer un solo kilómetro?”.
“Fui el último administrador de Vialidad Nacional, conozco la dimensión de esta decisión. No es un cierre, es un crimen contra la infraestructura y el futuro del país”, aclaró.
“Las rutas no son un lujo, son las vidas de los argentinos que día a día salen a trabajar, a producir, a estudiar, a vivir”, explicó el ex intendente de Cañuelas en mención al recorte del organismo que tendrá un costo económico, institucional, social y tal como dice él, productivo.
Por su parte, la Secretaria General del Sindicato Trabajadores Viales y Afines (STVyARA), Graciela Aleñá, señaló que “nos vamos a matar todos en las rutas argentinas”.
“De esta manera, más de 5500 trabajadores quedan en la calle, 118 rutas nacionales a la deriva y más de 40 mil kilómetros sin mantenimiento ni cobertura, dejan en un camino de incertidumbre lo que se viene. Son personas malignas, sin escrúpulos y con un desconocimiento técnico enorme”, indicó Aleñá.