El cigarrillo electrónico ya es moneda corriente en especial, está instalado en el ámbito de los adolescentes. Los riesgos pueden ser hasta letales y las campañas de marketing empeoran la situación.
“Hay una gran cantidad de jóvenes que están tomando este hábito y juntamos datos en la ciudad de Buenos Aires, la idea es crear conciencia sobre lo que causa en la salud respiratoria. Hay muy poca información, sobre todo en Cañuelas”, apuntó Josefina Minnelli, estudiante de tercer año de la UCES.
Y ante la consulta sobre los componentes, aclaró: “Es nicotina calentada, que tiene vitamina ‘E’. Puede provocar un colapso y un EPOC. Hay casos de chicos que han fallecidos y muchos siguen en internación”.
“Cuando se le saca el sabor, el consumo cae el 18%, lo que indica que el posicionamiento es una cuestión de marketing. Las propagandas están financiadas por Philipp Morris”, añadió la estudiante.
“En 2019 se presentó el caso de un paciente que había dejado el cigarrillo tradicional para suplementarlo por el electrónico. Se lo internó en terapia intensiva, con asistencia respiratoria mecánica. Lo dieron de alta con oxígeno suplementario”, alarmó Josefina.
En esa línea, Ludmila Herriet, agregó: “Con los colores y los sabores captan a los jóvenes, que andan con eso como si fuera un juguete. Van a boliches y fiestas donde se venden y están expuestos. Hay estudiantes que fuman en medio del aula, en el patio”.
Y sintetizó con un dato risueño: “Están prohibidos por la ANMAT , pero se venden en kioskos”.
























