La metodología delictiva de extorsión virtual es reiterada, pero se reinventa todos los días. En esta oportunidad la víctima fue un mecánico de nuestra ciudad, que pasó varias noches sin pegar un ojo por una amenaza de muerte, realizada supuestamente por una banda de narcotraficantes y sicarios colombianos.

El calvario comenzó cuando en el celular de Jonatan llegó un mensaje de WhatsApp de un número desconocido para su agenda de contacto, con característica de Escobar: 0348-154364215.

Del otro lado escribía “El Patrón”, un supuesto pez gordo de la mafia colombiana que se comunicaba para empezar una negociación. El verso intimidatorio se basaba en que el cañuelense había entrado en contacto por Facebook con una “parcerita” de la banda. Jonatan desmiente haber entrado en contacto con una extraña virtualmente y desconoce cómo accedieron a su número personal.

La charla por WhatsApp subió de tono y se puso picante cuando la víctima se mostrable infranqueable. “Usted y su perra familia se mueren hoy, pues. Mandaré de mis hombros para que me lo traigan por las malas. ¿Eso quiere, pues?”, señaló en un audio “El Patrón”.

Para frenar esa balacera que iba a regar de sangre el taller de Jonatan, el joven debía hacer un depósito de 80.000 pesos para que los delincuentes den por saldada la deuda por haber chateado con “una de las mujeres” del narcoasesino.

“Van a ir mis hombres personalmente. Ya estarán llegando a su domicilio. Sr. Jonatan, no hablaremos mucho. Le caemos ahorita, para eso tengo a mis sicarios. O sino les digo que me traigan su cabeza, como hicimos con otro cliente que no quiso resolver su problema”, amenazó el colombiano tratando de sembrar terror, sumándole videos falsos de YouTube donde miembros de una mafia colombiana acribillaban y sentenciaban de muerte a sus enemigos.

Lo cierto es la transferencia no se efectuó y la banda nunca llegó por la cabeza de Jonatan. ¿Por qué? Las amenazas de “El Patrón” pasaron al olvido cuando un familiar del cañuelense amenazado se contactó con el ladrón por otro teléfono, haciéndose pasar por la “fiscal Pippo” de Cañuelas y notificándolo del inicio de una investigación para dar con los autores de una extorsión.

Desde ese momento, el “narco” estafador bloqueó a la falsa Norma Pippo, a Jonatan y desapareció del mapa.

En un pasaje de la charla “El Patrón” deslizó que estaba “muy bien guardado”, por lo que se presume que está encarcelado y tiene el beneficio de contar con un celular para llevar a cabo estos delitos. Además de enviarle un CBU –a nombre de Leandro Martín Doello, con DNI argentino- para la transferencia solicitada, el estafador también accedió a retirar los 80 mil pesos en efectivo, en un punto de encuentro, propuesta que evidencia que la banda cuenta con satélites en la calle, por fuera de los pabellones carcelarios.

El CBU enviado por el delincuente virtual.