Al abrir la inmobiliaria el lunes por la mañana, la empleada Jimena González se llevó una gran sorpresa. Un agujero en la medianera y la caja fuerte sin un peso.

En el transcurso del fin de semana, los malvivientes realizaron un buraco en la medianera que el comercio de Libertad Nº989 comparte con una casa antigüa de la calle 9 de Julio, propiedad del arquitecto Rúben Bottero.

Entre el sábado a la tarde y el lunes a la madrugada, los ladrones llevaron a cabo un plan de inteligencia delictiva. Se filtraron por una casa que colinda con la pared del fondo del comercio.

Realizaron un agujero de aproximadamente medio metro de radio en la pared del Archivo e ingresaron sigilosamente para no ser advertidos por el sensor de movimiento de la alarma, que posteriormente taparon con cartón sin hacerla sonar.

Todo calculado. El sensor tapado con cartones.

Después habrían desconectado el circuito eléctrico de la central de la alarma y comenzaron con la segunda parte del plan: vulnerar la caja fuerte. 

Con una maquina de corte rajaron el lateral de la caja fuerte y se hicieron con el efectivo, que los propietarios aún no estimaron. Tambien lograron abrir una segunda caja más chica, que estaba dentr de un armaro y solo tenía documentación.

Desde Cesteros descreen de que alguien cercano haya “vendido información" y recuerdan que obreros de la obra de al lado, de la familia Salé, ingresaron a la habitación para revisar filtraciones de agua y humedad que se generaron aparentemente por la construcción vecina.